viernes, 17 de octubre de 2014

Tempus Itineratur

El Tiempo, cuarta dimensión que no podemos controlar, solo calcular, es algo del pasado que nos lleva al futuro.



Les contaré una historia.
Hace muchos años, allá por los 80, creo recordar 2083 recibí un encargo muy especial. Debía encontrarme con una tal señora Hudson en el París de 1889.
El teleolograma decía así:

        "Estimada señora Michel:

   Soy el jefe de policía del departamento Tempus Itineratur, Arthur McCall.

Nos han informado de que usted hace piezas de joyería un tanto especiales y eso podría ayudarnos a resolver un caso muy singular. Debido a su importancia, deseamos una entrevista personal.

   La esperamos en nuestras oficinas mañana a las 10:00 de la mañana.
   
          Atentamente...."

                         _____________________________________



Al día siguiente y casi sin darme cuenta, estaba de viaje con destino a la Exposición Universal de París. 
Me llevó casi un día entero llegar a la fecha programada y más de una hora de carruaje en llegar al Hotel Regis, pues el punto de llegada estaba a en las afueras, para no despertar sospechas.
Una vez en el hotel debía de encontrar allí a la señora Hudson y lograr, antes del comienzo de la muestra, que sea mi cliente, con el propósito de averiguar todo lo posible sobre ella y su marido. 
Así lo hice.
Llevaba tres días esperando encontrarme con ella en la sala de estar sin ningún éxito y quedaban dos días para el comienzo del evento cuando, por casualidad, nos encontramos en el salón de té al que había acudido como descanso en mi espera.
Me quede sorprendida pero reaccioné a tiempo y logré mi objetivo. A las siete de la tarde cenaríamos juntas en el Gran Restaurante, al que debía acudir con mi catálogo e ingenio.
Continuará...






jueves, 16 de octubre de 2014

Filigrana


Técnica de filigrana

¨Llave Temporal¨

Cuando llegué al salón restaurante la señora Hudson esperaba afable y sonriente. Llevaba una estola de zorro blanco y un sombrero de plumas de faisán alvino. Resplandecía como una princesa de las nieves.

__Siéntese querida__ me dijo a prisa. Enséñeme esas preciosidades tan interesantes que acordamos ayer traería para mostrarme.
Yo estaba muy nerviosa, pues mi triunfo dependía de esta velada.
Empezamos a hablar de las joyas y de sus viajes por todo el mundo hasta llegar a un punto en el que sin darme cuenta confesé, por despiste, que me dedicaba a viajar en el tiempo, algo que se sabe existe, pero que el común de la gente piensa que es pura literatura.
Claro está, la conversación se paró en seco y sus brillantes ojos azules se abrieron como platos. Se levantó como un resorte, y rápidamente me agarró por mi brazo y me llevó al salón de su suite.

__No puede ser verdad, llevo años buscando quien me facilite la manera de hacer esos viajes, y usted es una de las creadoras de las llaves y de los portales, ¿No es así?__ Me preguntó inquisitiva, pues como es de esperar una persona como ella sabría de esta posibilidad y más aún, estaría bien informada.
__Si señora Hudson, fui yo. Le contesté con preocupación, pues el error se estaba convirtiendo en algo pesado y difícil de manejar. Ahora el compromiso era mayor pues sabía mi secreto. Me confesó que creía que era obra de un hombre. Y de la misma, me pidió que crease para ella una de las Llaves Temporales y que la iniciase en ellas para poder hacer estos viajes.

En un viaje por el tiempo, es necesario poseer las Llaves Temporales que abran las puertas de la fecha y el lugar al que vas a visitar. Suelen ser de sección cuadrada o rectangular y al encajar en el lector de la puerta, lee su color a modo de contraseña, para lo cual debes de saber como combinarlas. Lleva muchos años de estudio y de intuición.

Al final me vino muy bien mi desliz en la conversación pues he logrado algunas de las peticiones del señor McCall, hacer que la señora Hudson sea mi cliente y lograr una larga relación. Todavía no se muy bien el motivo de todo esto, pero creo que pronto sabré algo más.
Estas son algunas de las fotos de su pedido

BOCETOS






MAQUETA






PROCESO




 

PIEZA FINAL





Packaging








Continuará...








miércoles, 15 de octubre de 2014

CHILLIDA

Cuando terminé el pedido volví a mi tiempo para informar de lo sucedido al señor McCall, no sin antes interponer un método de comunicación con la señora Hudson, pues quedan pendientes varios artefactos que necesitará para lograr viajar en el tiempo.
Al llegar a la oficina de policía todo un comité de bienvenida me estaba esperando. Ávidos ojos me preguntaban que había pasado, pero algo no encajaba, ¿Qué hacía toda esa gente ahí, si yo no había informado de mi regreso?
Expliqué todo lo ocurrido y satisfechos del progreso se retiraron tan rápido como interesados estaban por los hechos. Todos menos el señor McCall que me invitó a salir a pasear.
-Señor McCall hace mucho frío para pasear en un día como hoy, ¿no cree?
-Lo se, pero es totalmente necesario, la paredes oyen y las puertas ven, ¿o es que no se ha dado cuenta de su recibimiento?
Asentí como una tonta al ver mi sospecha confirmada.
-Señorita Michel...He de confesarle algo importante. Usted es el señuelo de esta investigación.
-¡¿Como dice comisario?!
-Si, usted es quien pondrá a la señora Hudson a la vista para poder acusarla y encerrarla...
-¡Un momento señor McCall! ¿Quiere usted decirme que es lo que está pasando ralamente?
-Ummmm..... verá, creemos que la señora Hudson junto con su marido, son los líderes de una organización secreta.
-¡¿Organización secreta?! Mis ojos casi se salen de sus órbitas, pues yo estaba en la certeza de que habían desaparecido todas en el siglo XVII con la decapitación de los Reyes de Francia.
-Se lo que está pensando señorita Michel, pero no es así, no desaparecieron, solo se difuminaron, dejaron de ser tan evidentes y numerosas para dar paso al más absoluto silencio. Por lo que ahora son muy difíciles de investigar y perseguir.
-Pe.....pe...pero.... (No me salían las palabras del cuerpo, se arremolinaban en mi cerebro queriendo ordenarse de alguna manera, pero no se ponían de acuerdo)
-No se preocupe, usted está totalmente a salvo, ellos no sospechan nada y usted posee una maravillosa ventaja, viajar en el tiempo, es su salvoconducto pues la señora Hudson lo ansía y es usted la única persona que puede dárselo.
Por cierto señorita Michael, lleva usted un precioso anillo.
-Oh gracias, es un regalo de mi abuela. Espero que tenga razón. Deseo volver a mi casa, ¿Puede pedir un taxi para mi?
-Enseguida, ¡Taxiiiiii!
-¿Si señor?- Dijo el taxista apresurado al ver el uniforme.
Lleve a la señorita a...
-Green Village numero 2 por favor-. Subí al taxi más por acto reflejo que por propia voluntad, sumergida en una bruma extraña en la cual se empezaba a divisarse una leve idea, ¡Si! Debía de auto-protegerme de todos ellos, -Soy un ratón rodeado de gatos-
-¿Como dice señorita? Dijo el taxista con un respingo
-Oh disculpe, pensaba en alto, aunque... ¡Si, cambio de planes! Lléveme usted al Museo de... a la calle Garden Creek-.
-¿Número?
-Oh, no importa, solo voy a hacer unas compras, cualquier sitio estará bien-. No podía decirle donde iba ya que podría delatar mis intenciones y casi se me escapa. El taxista tenía su parada fija cerca de la comisaría, por lo que no sería de extrañar que el comisario le preguntase después y no quería que supiese de mis movimiento, quería una pequeña ventaja.
Salí del taxi y con paso lento, hice como que paseaba hasta que se alejó. De inmediato doblé la esquina y me metí por el Callejón de la Comadreja. Dibujé con la tiza de polvo de plata una puerta y al dar tres golpes seguidos apareció la cerradura. Introduje las llaves y esta se abrió.
Me encontraba en la sala secreta del director del Museo de la Magia a Través de los Tiempos.
-Mi querida señorita Michel, ¿A que debo su grata e inesperada visita?
La voz parecía venir de todas partes pero no veía a nadie. -Oh por favor señor Turner déjese ver o moriré de un ataque de nervios.
-Jajajaja tan directa como siempre
-¡Paf! Una gran nube de humo estalló frente a mi, y al disiparse se averiguó la silueta del mago.
-Hay señor Turner, va a conseguir que me desmaye-.
-¿Y bien? Preguntó el señor Turner con curiosidad felina.
-Eeee.... ummmm... bueno.... yo....
-Hable de una vez, me tiene en ascuas.
Tomé aire y le conté todo lo sucedido de golpe, sin parar. -Por lo que necesito un anillo protector-
-¿Un anillo protector? ¿De qué tipo? ¿Con qué características?
-Uno que no se distinga en él su utilidad y que me haga desaparecer y reaparecer cuando quiera para poder viajar en el tiempo sin ser vista.
-Ummm.... déjeme ver que puedo hacer.... -Venga conmigo-.
Lo seguí como si fuese lo ultimo que haría en mi vida.
-Pruébese esto. Creo que le servirá, pero será usted quien lo tenga que fabricar, me entiende, ¿verdad? yo solo proveo de materia mágica.
-No se preocupe señor Turner, es más que suficiente, ahora he de irme a prisa. Se lo agradezco.
-Cuídese y vuelva cuando quiera.
Nada más llegar a casa, me puse manos a la obra.

PROCESO

-Visita al Museo

-Bocetos



-Maqueta



-Proceso de fabricación




Pieza terminada




-Packaging


CONTINUARÁ...

martes, 14 de octubre de 2014

Brújula Temporal Localizadora

Bien, el anillo ya estaba terminado. Ahora solo quedaba esperar acontecimientos y la verdad que no tardaron mucho en materializarse.
Poco después de la media tarde alguien pasó una nota por debajo de mi puerta. Decía así:

"Estimada señora Michael,
Espero poder reunirme con usted lo antes posible, es de vital importancia.
Comisario McCall.

Tan rápido como pude me presenté en la comisaría
-Señorita Michel, bienvenida. Pase, siéntese por favor.
-Dígame comisario, ¿De qué se trata?
-Hemos detectado algunos movimientos extraños de la señora Hudson, con no muy buenos resultados, pues la llave que le proporcionó, no nos permite su exacta localización, es decir, la esconde en sus desplazamientos, y necesitamos algo que la deje localizable en cualquier momento sin que ella lo sepa.
-Bien señor comisario, creo que tengo el artefacto perfecto, y además me queda una cita pendiente para tomar el té con ella, así que aprovecharé la visita para ofrecerla un maravilloso collar que no podrá rechazar.

Así lo hice, quedé en visitar a la Señora Hudson a las 17:00 para tomar el té en su casa.
-Pase pase, no se quede en la puerta señorita Michael, hoy es un día muy frío y tenemos muchas cosas de las que hablar.
-Gracias señora Hudson

La tarde fue muy agradable, y yo empezaba a plantearme si la señora Hudson era tan peligrosa como la pinta el comisario.... He de investigar más a fondo. Pero por el momento y para no levantar sospechas, seguiré con el plan estipulado.

-Y bien señorita Michael, ¿Va a enseñarme alguna cosa, o esperamos a que muera de impaciencia?
-Oh si, por supuesto, lo siento de veras, estaba absorta en la conversación y los dulces.
Le he traído un maravilloso collar que evitará que se pierda cuando viaje en el tiempo.
-¡Oh, eso es fantástico! ¿Y para cuando lo puede tener terminado?
-Déjeme ver... unas tres semanas más o menos. No se preocupe, se lo traeré en persona en cuanto esté terminado.
-Así lo esperaré señorita Michael. Llamaré al chofer para que la lleve hasta su casa.
-Muchas gracias.
Bueno, la misión estaba cumplida, ahora me iré a descansar y mañana informaré al comisario de que todo ha salido como esperaba.

PROCESO